domingo, 18 de noviembre de 2007

MÁS CUESTIONES LITERARIAS

Todo empezó cuando mis compañeras de la carrera de Filología Hispánica y yo decidimos irnos de viaje de fin de carrera a la antigua Constantinopla (Istanbul) o Estambul, si alguien los prefiere. Viví un viaje mágico: la ciudad es preciosa, las mezquitas, los jardines,..., una mezcla de culturas: romana, islámica, laica, occidental y oriental. Toda actividad aquí considerada mundana, allí se convierte en una gran aventura: ir al Gran Bazar o al mercado de las especias(salir de compras), darte un baño turco (visitar un edificio del siglo XVIII en perfectas condiciones mientras una mujer te da un masaje alucinante), visitar un lugar religioso (conocer otra cultura, sus impresionantes tradiciones, la grandiosidad arquitectónica de una mezquita), visitar un castillo (conocer el Topkapi: las estancias de la dinastía de los sultanes, sus tesoros, sus armaduras, vestidos, riquezas). Como he dicho, todo en este lugar se magnifica, incluso el hecho de comerte una ensalada; todo se ve con otros ojos.

Con mi vuelta a España empecé a preguntarme como sería la literatura de un país como este y así fue como di con el autor turco que os presento acontinuación:

Su nombre es Orhan Pamuk y fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2006 y es considerado como un vínculo intelectual entre Oriente y Occidente. La Academia ha destacado del autor: "La búsqueda del alma melancólica de su ciudad natal, nuevos símbolos para el choque y el entrelazamiento entre las culturas".

Y es que sus libros son una narración sobre la díficil relación existente entre los estados laicos y la religión musulmana. Un ejemplo es el libro: Estambul. Ciudad y recuerdos, en el que el escritor narra la historia de su familia mientras recorre las callejuelas de su ciudad, se ensimisma en el Bósforo y canta la amargura de sus paisajes y sus gentes.

Es un retrato, en ocasiones panorámico y en otras íntimo y personal, de una de las ciudades más fascinantes de la Europa que mira a Asia. Pero es también una autobiografía, la del propio Orhan Pamuk. La historia da comienzo con el capítulo de su infancia, donde Pamuk nos habla sobre su excéntrica familia y su vida en un polvoriento apartamento –«los apartamentos Pamuk», así los denomina– en el centro de la ciudad. El autor recuerda que fue en aquellos días lejanos cuando tomó conciencia de que le había tocado vivir en un espacio plagado de melancolía: residente de un lugar que arrastra un pasado glorioso y que intenta hacerse un hueco en la «modernidad». Viejos y hermosos edificios en ruinas, estatuas valiosas y mutantes, villas fantasmagóricas y callejuelas secretas donde, por encima de todo, destaca el terapéutico Bósforo, que en la memoria del narrador es vida, salud y felicidad. Esta elegía sirve para que el autor introduzca a pintores, escritores y célebres asesinos, a través de cuyos ojos el narrador describe la ciudad. Hermoso retrato de una ciudad y una vida, ambas fascinantes por igual.

Con esto no pretendo convenceros de que os conpreis libros sobre este autor pero de vez en cuando no viene mal conocer algo que va más allá de la cultura de nuestro país o, en definitiva, de la cultural occidental. Pero, desde luego, si os fascina como a mí la historia de este apasionante lugar no dudeis en leeros uno de sus libros, pues quién mejor para describirlo que alguién que pasó su infancia allí.

Para saber más sobre este autor:

1 comentario:

ana dijo...

Hola cris!!!

Por fín te llega mi comentario jeje, perdon por el retraso. Me encanta tu nueva entrada, presentas la ciudad de Estambul como algo que, si se puede, no hay que dejar de ver. La tendré en cuenta cuando vaya a hacer algún viaje turístico fuera de España.
Me resulta interesante tb que nos vayas presentando algunas obras de las que a ti te gustan.

1besito